El Día del Sobregiro Ecológico marca el punto en que la demanda de recursos de la humanidad supera la capacidad regenerativa del planeta (Global Footprint Network). En 2023, Chile alcanzó su sobregiro el 15 de mayo, mucho antes que la fecha mundial del 2 de agosto, lo que indica que se necesitarían 2.71 planetas si todos vivieran como un chileno. Vivir “a crédito” con la naturaleza pone en riesgo la seguridad alimentaria, climática y la biodiversidad. Reparar productos es crucial para mitigar este impacto, extendiendo su vida útil y reduciendo residuos. Esto fomenta la economía circular, creando empleos y reduciendo CO2 (Parlamento Europeo, 2023).
La economía circular transforma nuestra relación con los productos y el planeta, reemplazando la cultura del “usar y tirar” por prácticas de compartir, alquilar, reparar y reciclar. Este modelo no solo reduce el uso de recursos y la pérdida de biodiversidad, sino que también disminuye significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Reparar dispositivos, por ejemplo, puede reducir hasta un 89% las emisiones comparado con su sustitución. La transición a una economía circular podría generar grandes beneficios económicos y ambientales, fomentando una sociedad más sostenible y resiliente ante el cambio climático. ¡Transforma tu consumo a uno circular!
La economía circular promueve prácticas como la reutilización, reparación y remanufactura, junto con el ecodiseño, para reducir residuos y mejorar la eficiencia de recursos (Parlamento Europeo, 2023; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2023). No se limita al reciclaje; busca transformar el modelo lineal de “extraer, producir, desechar” en uno que maximice el valor de productos y materiales. Esto no solo reduce emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también protege la biodiversidad y mejora la eficiencia energética (How the Circular Economy Tackles Biodiversity Loss, 2021; Naciones Unidas, 2021). La economía circular es crucial para enfrentar los desafíos ambientales y económicos actuales.
La práctica de reparación y reutilización rompe el círculo vicioso de la desechabilidad y obsolescencia programada al prolongar la vida útil de los productos, reducir residuos y fomentar un consumo más sostenible, lo cual no solo conserva recursos naturales y energía, sino que también ahorra dinero a los consumidores al evitar compras innecesarias. Según estudios, entre el 60% y el 80% de los residuos electrónicos provienen de dispositivos que todavía funcionan, pero que se reemplazan debido a la obsolescencia programada (Sanchis Palacio, 2020). Además, promueve una conciencia ambiental al incentivar prácticas de consumo responsables y comunitarias, que buscan contrarrestar el impacto negativo de la producción desmedida y el desperdicio. Esta transformación hacia un modelo más circular y duradero es crucial para un futuro más sostenible y equilibrado ambientalmente (Martínez Fernández, 2020)
Información Interesante
Sobregiro Mundial
El sobregiro mundial, conocido como el Día del Sobregiro Ecológico, señala el momento en que la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que el planeta puede regenerar en un año (Global Footprint Network). Este fenómeno se calcula dividiendo la biocapacidad de la Tierra entre la huella ecológica mundial y multiplicando el resultado por 365 días.
El sobregiro implica vivir “a crédito” con la naturaleza, agotando recursos más rápido de lo que pueden renovarse. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria, climática, afecta a los ecosistemas y amenaza la supervivencia de muchas especies. En Chile, el sobregiro se alcanzó el 15 de mayo en 2023, mucho antes que la fecha mundial del 2 de agosto, lo que significa que si todos los habitantes del globo vivieran como un residente de nuestro país se necesitarían 2.71 planetas Tierra para mantener esa forma de vida (Global Footprint Network).
Para mitigar este impacto hay que ser responsables, y la reparación de productos es vital en esta transformación. Reparar extiende la vida útil de los productos, reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye significativamente los residuos. iFixit ha demostrado que reparar dispositivos electrónicos genera menos residuos y puede reducir hasta un 89% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con su sustitución. Además, el European Environmental Bureau (EEB, 2022) estima que reparar solo el 1% de los productos eléctricos en la Unión Europea podría ahorrar alrededor de 2,2 millones de toneladas de CO2 al año.
Fomentar la cultura de la reparación no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía y la creación de empleos. La transición hacia una economía más circular podría aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo, con la proyección de 700.000 nuevos puestos de trabajo solo en la UE para 2030 y un crecimiento adicional del 0,5% PIB (Parlamento Europeo, 2023) . La reparación es una solución inmediata y accesible que todos podemos implementar para un futuro más sostenible.
Economía circular
En un mundo marcado por la efímera cultura de “usar y tirar”, la economía circular emerge como un faro de sostenibilidad (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2023). Este modelo no solo se trata de reciclar, sino de una transformación profunda en la forma en que producimos y consumimos (Parlamento Europeo, 2023). Compartir, alquilar, reparar y reciclar se vuelven prácticas cotidianas, en contraposición al despilfarro del sistema lineal tradicional.
La reutilización y el reciclaje de productos no sólo ralentizan el uso de recursos naturales, sino que también reducen la alteración del paisaje y el hábitat, limitando así la pérdida de biodiversidad, que hoy, en las condiciones actuales de “extraer-producir-desechar” se predice una pérdida de alrededor de 1 millón de especies para el 2040, de hecho el 90% de la pérdida de esta se debe a esta lógica de consumo (How the circular economy trackles biodiversity loss, 2021). Además, contribuyen significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que promueven la eficiencia energética y el uso responsable de recursos. De hecho, si es que solo modificamos la forma de tratar el acero, el cemento, el aluminio y el plástico, para el 2050 se disminuiría el efecto invernadero en un 40% (Naciones Unidas, 2021).
La transición hacia productos más fiables, y constituidos a través de procesos de ecodiseño, que puedan reutilizarse, actualizarse y repararse permiten prolongar la vida útil, que sumado a un cambio de mentalidad de consumo, se logra reduciendo la cantidad excesiva de residuos al año, que hoy alcanzan 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos cada año (ONU, 2023).
¡Generemos valor mediante el cambio, la mantención, la reutilización, la remanufactura y el reciclaje!
Aporte económico de la reparación
El sobregiro mundial, conocido como el Día del Sobregiro Ecológico, señala el momento en que la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que el planeta puede regenerar en un año (Global Footprint Network). Este fenómeno se calcula dividiendo la biocapacidad de la Tierra entre la huella ecológica mundial y multiplicando el resultado por 365 días.
El sobregiro implica vivir “a crédito” con la naturaleza, agotando recursos más rápido de lo que pueden renovarse. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria, climática, afecta a los ecosistemas y amenaza la supervivencia de muchas especies. En Chile, el sobregiro se alcanzó el 15 de mayo en 2023, mucho antes que la fecha mundial del 2 de agosto, lo que significa que si todos los habitantes del globo vivieran como un residente de nuestro país se necesitarían 2.71 planetas Tierra para mantener esa forma de vida (Global Footprint Network).
Para mitigar este impacto hay que ser responsables, y la reparación de productos es vital en esta transformación. Reparar extiende la vida útil de los productos, reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye significativamente los residuos. iFixit ha demostrado que reparar dispositivos electrónicos genera menos residuos y puede reducir hasta un 89% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con su sustitución. Además, el European Environmental Bureau (EEB, 2022) estima que reparar solo el 1% de los productos eléctricos en la Unión Europea podría ahorrar alrededor de 2,2 millones de toneladas de CO2 al año.
Fomentar la cultura de la reparación no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía y la creación de empleos. La transición hacia una economía más circular podría aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo, con la proyección de 700.000 nuevos puestos de trabajo solo en la UE para 2030 y un crecimiento adicional del 0,5% PIB (Parlamento Europeo, 2023) . La reparación es una solución inmediata y accesible que todos podemos implementar para un futuro más sostenible.
Derecho a la reparación
El sobregiro mundial, conocido como el Día del Sobregiro Ecológico, señala el momento en que la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que el planeta puede regenerar en un año (Global Footprint Network). Este fenómeno se calcula dividiendo la biocapacidad de la Tierra entre la huella ecológica mundial y multiplicando el resultado por 365 días.
El sobregiro implica vivir “a crédito” con la naturaleza, agotando recursos más rápido de lo que pueden renovarse. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria, climática, afecta a los ecosistemas y amenaza la supervivencia de muchas especies. En Chile, el sobregiro se alcanzó el 15 de mayo en 2023, mucho antes que la fecha mundial del 2 de agosto, lo que significa que si todos los habitantes del globo vivieran como un residente de nuestro país se necesitarían 2.71 planetas Tierra para mantener esa forma de vida (Global Footprint Network).
Para mitigar este impacto hay que ser responsables, y la reparación de productos es vital en esta transformación. Reparar extiende la vida útil de los productos, reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye significativamente los residuos. iFixit ha demostrado que reparar dispositivos electrónicos genera menos residuos y puede reducir hasta un 89% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con su sustitución. Además, el European Environmental Bureau (EEB, 2022) estima que reparar solo el 1% de los productos eléctricos en la Unión Europea podría ahorrar alrededor de 2,2 millones de toneladas de CO2 al año.
Fomentar la cultura de la reparación no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía y la creación de empleos. La transición hacia una economía más circular podría aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo, con la proyección de 700.000 nuevos puestos de trabajo solo en la UE para 2030 y un crecimiento adicional del 0,5% PIB (Parlamento Europeo, 2023) . La reparación es una solución inmediata y accesible que todos podemos implementar para un futuro más sostenible.
Obsolescencia programada
El sobregiro mundial, conocido como el Día del Sobregiro Ecológico, señala el momento en que la demanda de recursos naturales por parte de la humanidad supera lo que el planeta puede regenerar en un año (Global Footprint Network). Este fenómeno se calcula dividiendo la biocapacidad de la Tierra entre la huella ecológica mundial y multiplicando el resultado por 365 días.
El sobregiro implica vivir “a crédito” con la naturaleza, agotando recursos más rápido de lo que pueden renovarse. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria, climática, afecta a los ecosistemas y amenaza la supervivencia de muchas especies. En Chile, el sobregiro se alcanzó el 15 de mayo en 2023, mucho antes que la fecha mundial del 2 de agosto, lo que significa que si todos los habitantes del globo vivieran como un residente de nuestro país se necesitarían 2.71 planetas Tierra para mantener esa forma de vida (Global Footprint Network).
Para mitigar este impacto hay que ser responsables, y la reparación de productos es vital en esta transformación. Reparar extiende la vida útil de los productos, reduce la demanda de nuevos recursos y disminuye significativamente los residuos. iFixit ha demostrado que reparar dispositivos electrónicos genera menos residuos y puede reducir hasta un 89% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con su sustitución. Además, el European Environmental Bureau (EEB, 2022) estima que reparar solo el 1% de los productos eléctricos en la Unión Europea podría ahorrar alrededor de 2,2 millones de toneladas de CO2 al año.
Fomentar la cultura de la reparación no solo beneficia al medio ambiente, sino que también impulsa la economía y la creación de empleos. La transición hacia una economía más circular podría aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo, con la proyección de 700.000 nuevos puestos de trabajo solo en la UE para 2030 y un crecimiento adicional del 0,5% PIB (Parlamento Europeo, 2023) . La reparación es una solución inmediata y accesible que todos podemos implementar para un futuro más sostenible.